Cómo liderar equipos y gestionar múltiples cuentas sin perder de vista la cultura organizacional

Trabajar en una agencia es moverse en constante cambio. Las fechas de entrega se cruzan, los proyectos se multiplican y los equipos necesitan dirección y motivación para no perder el ritmo (ni el sentido de lo que hacen). En ese vaivén, liderar varios equipos y cuentas a la vez no solo requiere organización, sino también mantener viva la cultura interna que da sentido a todo lo que hacemos.

  1. Priorizar sin perder el foco

Cuando hay varias cuentas en juego, es fácil terminar apagando incendios todo el día. La clave está en no perder de vista lo importante:

  • Establecer objetivos claros para cada cliente, alineados con la estrategia global de la agencia.
  • Usar metodologías como Kanban o Scrum para organizar tareas y avanzar con orden.
  • Delegar con intención, pensando siempre en la eficiencia y en quién puede hacer qué mejor.
  1. Que la comunicación no sea solo un canal, sino un hábito

Una buena gestión se basa en hablar claro, a tiempo y con todos. Si no hay comunicación, hay ruido. Algunas ideas que ayudan:

  • Tener reuniones regulares con cada equipo, pero sin caer en la reunión por la reunión.
  • Usar herramientas colaborativas para que todos estén en la misma página (literalmente).
  • Dejar espacios abiertos para dudas y feedback, sin esperar a que algo explote para hablarlo.
  1. Crear un ambiente que dé ganas de trabajar (y quedarse)

Cuando se trabaja en varias cuentas al mismo tiempo, lo que mantiene unido al equipo es una cultura organizacional fuerte. Y eso se construye con acciones concretas:

  • Generar espacios donde los equipos puedan compartir aprendizajes y buenas prácticas.
  • Reconocer los logros, tanto individuales como colectivos, sin esperar a fin de mes o fin de año.
  • Fomentar la autonomía, permitiendo que cada persona tome decisiones dentro de su rol.

 

  1. Equilibrar las expectativas de los clientes y del equipo

Liderar no es solo cumplir con lo prometido al cliente. También es cuidar al equipo que hace que eso sea posible. Por eso, un buen liderazgo busca equilibrio:

  • Entender bien qué quiere cada cliente, más allá del brief inicial.
  • Ser claros con lo que se puede lograr y ajustar el camino si algo cambia (que siempre cambia).
  • Estar atentos a la carga de trabajo del equipo para evitar el desgaste y cuidar su bienestar.
  1. Liderar con visión (y con los pies en la tierra)

En un entorno tan movido como el de una agencia, adaptarse es casi una habilidad de supervivencia. Pero un buen líder no solo se adapta, también anticipa. Algunas claves:

  • Estar al día con lo que pasa en la industria y con lo que necesitan nuestros clientes.
  • Promover una mentalidad abierta al cambio y a las nuevas ideas dentro del equipo.
  • Ser un facilitador: quitar bloqueos, simplificar procesos y hacer que las cosas pasen.

 

En resumen…

Liderar varios equipos y cuentas no es solo coordinar entregables. Es sostener una cultura que inspire, mantener la motivación alta y lograr que tanto clientes como equipos se sientan escuchados y acompañados.

¿Y tú, cómo manejas múltiples proyectos sin dejar de lado lo humano? Me encantaría conocer tus estrategias o conversar sobre cómo optimizar estos procesos en tu equipo.

Con más de nueve años de experiencia en el mundo de la publicidad, Pamela se ha especializado en Project Management y Gestión de Cuentas, destacándose por liderar equipos multidisciplinarios y desarrollar estrategias efectivas para marcas de alto reconocimiento a nivel nacional. Su enfoque combina planificación estratégica, gestión de crisis y optimización de presupuestos, asegurando resultados alineados con los objetivos de cada cliente. Su habilidad para transformar desafíos en oportunidades y su visión orientada al detalle la convierten en una figura clave dentro del equipo de Enclave Comunicación.

 

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